Una condición para el fortalecimiento de la democracia es que los gobernantes mantengan una adecuada comunicación con los ciudadanos. Un Congreso que no comunica adecuadamente su trabajo, pierde rápidamente el apoyo popular y con él, la capacidad real para ejercer el poder.
En estas epocas en nuestro país existe una tendencia creciente de nuestros ciudadanos a participar en la toma de decisiones políticas. Es necesario entonces que exista en la sociedad la mayor cantidad de información posible acerca los temas políticos y legislativos.
Para la mayoría de los ciudadanos la más inmediata fuente de información son los periodicos, revistas, televisión y radio. La existencia de ellos, sin interferencias o censura, ya sabemos, es esencial para una democracia verdadera y estable.
Los congresistas, como miembros del primer poder del estado son los funcionarios públicos más cercanos al pueblo. Tienen una característica peculiar: son elegidos por la gente de provincias concretas y sus vínculos con los ciudadanos es más directo que el de los funcionarios del poder ejecutivo. Esa proximidad debería suponer una mayor intensidad en las comunucaciones. Ahora, veamos porqué ello no sucede en nuestro país.
El Congreso suele parecer ineficaz, por la manera en que conduce sus asuntos. Está integrado por personas que representan intereses muy dispares: proceden de diversos partidos y regiones y deben responder tanto a sus mentores políticos como a ciudadanos que tienen intereses distintos.
Explicado esto, no se puede esperar que un organismo que representa a la realidad heterogénea de un país sea ágil. En el Congreso se procesan esas diferencias y aunque sea lento y parezca poco eficaz, su exito está justamente en lograr procesar esas diversas formas de ver los problemas y debatirlas para que la legislación represente de la mejor manera los intereses de nuestra nación.
No es el mejor congresista el que logra imponer todas sus ideas al pie de la letra, sino el que comprende que la sociedad democrática es variopinta y que por lo tanto nadie puede pretender ejercer una dictadura en el Congreso.
Desde aquí la invocación ciudadana para que sus nuevos inquilinos entiendan que : No se puede obtener todo lo que se quiere dentro de un Congreso democrático, pero sí puede articular los intereses que representa con cada uno de ellos y sus partidos, está en la esencia del Congreso. No te rajes...!